Buscar pareja o relaciones es un proceso lleno de obstáculos, pero se pueden evitar si prestamos atención a los detalles importantes.
Encontrar pareja y disfrutar de la vida juntos es el sueño de muchas personas. Pero se puede convertir en pesadilla y no darnos cuenta de ello. Hay muchos tipos de personas, y nunca sabemos con cuál nos vamos a cruzar la próxima vez, si será la que nos hará felices o la que nos hará mudarnos de ciudad. Saber identificar las señales es clave a la hora de ahorrarnos disgustos. Evitar las relaciones tóxicas es posible si sabes cómo.
¿Cómo sé que estoy en una relación tóxica?
En este artículo vamos a intentar que disfrutes plenamente de tus relaciones, de pareja o esporádicas, porque las relaciones de follamigos, amigos con derecho o como las queramos llamar, no están exentas de estos problemas.
Puede que sea bueno empezar con definir exactamente qué entendemos por una relación tóxica. Hablamos de este tipo de relaciones cuando una parte de la pareja, o las dos, sufren y no obtienen ningún beneficio de la misma. Se suele manifestar con los siguientes síntomas:
- Indiferencia. Especialmente hacia las cosas importantes. Por ejemplo, cuando cuentas que te han ascendido en el trabajo y solo recibes un “Aha” por respuesta. Lo que has dicho es importante, esa respuesta solo la puede dar alguien a quien no le importas, que es malo; o alguien que quiere hacerte daño, que es peor.
- Chantaje sentimental. Siempre es un mal síntoma. Muchas veces se pasa por alto pensando que solo será una vez. Ese es el gran error. El chantaje emocional siempre se repite, y siempre suele ir un poco más allá. En cuanto detectes que está sucediendo toma medidas.
- Pérdida de confianza. Si desde que estás con esa persona sientes que empequeñeces, que no te ves tan atractivo como antes o te sientes menos inteligente; es muy probable que esté causado por el machaque psicológico que conlleva toda relación tóxica. Si te sientes así, es un síntoma claro de que algo no va bien.
- Vigilancia excesiva. Está bien preocuparse por nuestra pareja. Pero cuando os controláis en todo momento si no estáis juntos, estáis cruzando la línea. Miráis por encima del hombro cuando habla por el móvil para saber si tiene amantes o encuentros esporádicos. Si preguntas a los amigos para confirmar la versión de tu pareja, o haces algo que te parezca que está en el borde de lo normal; estás cruzando la línea.
El verdadero problema de las relaciones tóxicas no es definirlas. Es que la mayoría de las personas que se encuentran en ellas no son capaces de verlo. Esa es la gran trampa. Las relaciones tóxicas crecen de forma orgánica, es decir, se van implantando como la norma de funcionamiento de la pareja. Podemos ver que muchas parejas presentan al menos uno de los síntomas:
¿Por qué las parejas presentan síntomas de toxicidad y siguen juntas?
La respuesta es que muchas veces se confunde toxicidad con amor. Como hemos dicho antes, el chantaje psicológico juega un papel fundamental en este tipo de relaciones. Una de las primeras cosas que hace una persona tóxica es hacernos sentir mal para manipularnos, veamos un ejemplo:
-Es que nunca quieres salir con mis amigas, siempre te quedas en casa y no hacemos nada de lo que a mí me gusta.
-Pero es que el trabajo me tiene frito, no paro en todo el día en la oficina y cuando llego vengo destrozado y sin ganas de hacer nada.
-Yo tampoco te digo de salir todos los días, aunque de vez en cuando, y sobre todo hoy, que es el cumpleaños de Marta, y salimos todas con los novios, pues estaría bien, digo yo. Además, es sábado y llevamos todo el día metidos en casa.
-Lo que pasa es que vas a tu bola, solo piensas en ti y no sabes cómo estoy de mal, la semana que llevo, ni nada, ya no te intereso ni me preguntas.
-Te pregunto a veces, pero tú también podrías decirme las cosas antes, que no te puedo leer la mente.
-No, lo que pasa es que no me prestas atención, estás todo el día con el móvil y, no sé, no quiero molestarte, pero cada día te noto más distante y me jode, pero a la vez soy demasiado orgulloso para decirte nada y no sé, poco a poco creo que te estoy perdiendo y no sé qué hacer, porque yo te quiero mucho.
-Cariño, si estás mal dímelo, no me importa quedarme en casa, pero necesito que me lo digas. A mí me importas mucho, pero necesito que te dejes ayudar, porque sola no sé hacerlo.
-Pues esta semana no parecía importante tanto, te has ido tres noches a cenar con tus amigas….
-Pero estábamos preparando el cumpleaños y te juro que no lo sabía, si me lo hubieses dicho me habría quedado.
En esta conversación, basada en hechos reales, podemos ver cómo funciona la manipulación. Se empieza hablando de un problema concreto, salir a cenar esa noche a un restaurante, y poco a poco, vemos como el tema de la discusión gira hacia otra cosa, que el chico está cansado, que está mal, que la chica no le hace caso, y que es, en parte, culpable de su estado. Hay otros detalles, como echar en cara que la chica sale con sus amigas para hacerla sentir culpable, pero la idea esencial es esta; las personas tóxicas suelen desviar el centro del problema hacia algo en lo que siempre se sientan cómodas para discutir. Suele ser el hecho de que están mal, problemas de pareja que creías solucionados o cualquier cosa que apele a los sentimientos y no a la razón, porque es en ese terreno en el que saben que siempre van a ganar la discusión.
Se suele recurrir a que si no hacemos algo es porque no nos preocupamos por la persona tóxica. Puede parecer que no tiene mucho sentido, que no es un argumento demasiado fuerte y que tampoco es un problema; pero debemos tener cuidado. Cuando tenemos a un hombre o una mujer que nos gusta echándonos en cara que no la queremos, sabiendo que no es verdad, se puede hacer difícil decirle: “eso no tiene nada que ver con lo que estamos hablando”.
El problema se hace visible, bien sea nuestra educación como nuestra conciencia advirtiendo que eso no toca, es imposible reconducir la discusión al terreno de la lógica y la racionalidad cuando se ha abierto la caja de los sentimientos. El nuevo tema lo eclipsa todo y automáticamente nos vemos atrapados en una discusión que no entendemos, para la que no estamos preparados y que no podemos ganar. En este punto se retuerce el amor y se utiliza como arma arrojadiza para conquistar la voluntad de la otra parte de la pareja.
Esa forma de pensar y de afrontar los problemas es el fundamento de la toxicidad.
La relación deja de ser algo concebido para que la pareja disfrute. Se convierte en una prueba perpetua. Siempre hay que demostrar el amor y nunca se termina de convencer a la otra parte, así es como nos tiene enganchados.
¿Cómo se puede salir de una relación tóxica?
La mejor manera, como con muchas otras cosas, es la prevención. Tenemos que estar alerta cuando se nos presente cualquiera de los síntomas que hemos mencionado, y cuando aparezcan debemos saber tratarlos. No todo el mundo que hace algo que nos parece tóxico lo es. Las personas nos equivocamos, de modo que lo mejor es hablar abiertamente con la otra persona acerca de su concepto de pareja, que nos explique extensamente lo que nos vamos a encontrar, y si detectamos una actitud tóxica, se lo debemos hacer saber. Es mucho más fácil hacerlo cuando la relación está comenzando que cuando estamos inmersos en ella.
Si no hay más remedio y ya estamos metidos de lleno en el problema, lo mejor es dejar la relación. Sabemos que puede parecer muy drástico, cortar al primer síntoma siempre lo es, pero es la mejor manera de darse un tiempo para reflexionar. Cuando tomemos esta decisión es importante cortar toda comunicación, es un tiempo para nosotros mismos. Debemos aprovecharlo para pensar sin interferencia acerca de lo que nos aporta la relación con esa persona. Considerar todos los aspectos, tanto los positivos como los negativos; y ponderar después si nos merece la pena continuar o no con ella.
Dejar a una persona tóxica puede ser tan complicado como estar en una relación con ella. En muchos casos no nos va a dejar en paz. Asegurará haber cambiado, haber entendido lo que ha hecho mal y nos prometerá que no va a volver a las andadas. Creer o no en ella es cuestión de cada uno de nosotros. Sabemos que es fácil volver con un ex, pero debéis tener cuidado cuando tratáis con este tipo de personas, es fácil que os mienta respecto a los cambios que ha experimentado, y que trate de recuperar vuestra relación en el punto que lo dejásteis.
Y es que, curiosamente, las personas tóxicas son, en muchos casos, personas muy dependientes desde el punto de vista sentimental. La relación se vuelve todo su mundo. Necesitan a la otra persona, pero creen que la mejor manera de mantenerla a su lado es someterla, hacer que se vuelva tan dependiente como ella. Por eso necesita atención, porque confunde la dependencia con el amor; cuanto más se necesitan las personas, más se quieren y más amor se demuestran. Así que si nosotros no mostramos el mismo nivel de compromiso que ellas, no están satisfechas.
Y por lo general nunca tienen bastante, por eso lo mejor es intentar que busquen ayuda profesional o dejar la relación, porque no nos va a hacer ningún bien.
Las personas tóxicas están ahí, es posible que nos las encontremos, pero tampoco es un drama, siempre podemos seguir adelante con nuestras vidas. Pasar página y empezar a buscar pareja o explorar el mundo de las relaciones esporádicas, y qué mejor manera de hacerlo que en la web de contactos que más crece de España, anímate a conocer gente en Follamigos, miles de hombres y mujeres reales te están esperando, hazte una buena foto para ligar y empieza a conocer gente. ¡Seguro que encuentras lo que estás buscando!
HAbría que hacer un artículo para detectar a la gente tóxica antes de estar en la relación y ahorrarse el sufrimiento, pero supongo que eso es todavía más difícil
De verdad es tan difícil darse cuenta? yo creo que nunca he tenido una relación así, pero ahora me están entrando dudas, porque alguna cosa de estas si que me ha pasado
Muy interesante el punto de vista de que el tóxico es alguien que proyecta inseguridad. cuando sales de una relación como esta y lo piensas, en realidad es eso. No se sienten seguros con nada y por eso intentan aprisionarte.
Hay relaciones que se convierten en toxicas y dependientes con el transcurrir de los años, cuando ya hay niños por el medio y media vida comprometida, no es tan facil como dejarlo y listos.
Prueba de ello es la cantidad de gente que solo busca una relacion esporadica; solo buscan un consuelo, una caricia, una sexualidad sana y calida que no tienen con su pareja. Solo buscan sentirse queridos, deseados y valorados.
Aunque la presentación se haga ante la mascara del sexo sin más, en realidad se busca el reconocimiento de querer y sentirse querido, parece facil y constante, pero en raalidad es mas espureo y extraño de lo que deberia..una pena.